A menos de una semana para que finalice el 2010, llega el momento de cerrar la vida laboral del año, y saber lo que ha supuesto todo un año de trabajo en diversas empresas o, para los que han tenido un trabajo fijo continuo, en una misma empresa.
En los tiempos que corren no es fácil completar un año sin ningún tipo de incidencia en lo que respecta a la vida laboral del trabajador, especialmente si éste trae consigo una serie de condicionantes que impiden que pueda desarrollar su actividad profesional de manera continuada y prolongada.
Pero hablemos con una extensión más amplia, es decir, no hay que ver la vida laboral de una persona como algo representativo de un sólo año, sino que hay que verla en toda su prolongación a lo largo de los años, incluso los años venideros. Lo motivación por emprender nuevos proyecto en nuevas empresas es algo que siempre ha de estar presente en la mente del trabajado, esto es, que no ha de resignarse a desarrollar su actividad laboral en una empresa en la que no puede tener nuevas aspiraciones.
Al igual que un atleta siempre quiere mejorar sus marcas y tener nuevos records, el trabajador puede tener el mismo deseo por mejorar en su trabajo, aumentar sus ingresos, etc,… El hecho de “aspirar a más” no es monopolio de un sector en concreto. Cualquier persona, en el ámbito en el que se encuentre, siempre va a poder/querer aspirar a más, en todo aquello que haga.
Lo que podemos extraer en este análisis es que una mala actuación en la vida laboral de un año completo no ha de presuponer una mala actuación en el próximo año, ni tampoco en los venideros. Aspirar a más supone aspirar a un mejor trabajo, a un mejor salario, y en definitivas, aspirar a un mejor nivel de vida.