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Tú sí que vales

Personalmente se reconocer un buen tema musical en cuanto lo escucho, y para ello no necesito ser un experto reconocido en el mundo de la música ni pertenecer a ninguna discográfica. Resulta gracioso comprobar como se le atribuye la etiqueta de “trabajo” a una persona que se dedica a criticar el trabajo de otros, no sólo a nivel musical sino también a nivel filmográfico, es decir, de nivel interpretativo.


Lo que vengo a referirme es que “a cualquier cosa” ya le llaman trabajo, es decir, hay unas serie de señores que se dedican a evaluar la actitud de otros y por eso ya obtienen unos ingresos por ello.


Es el tipo de trabajo que yo califico como improductivo, es decir, tanto si dicho trabajo existe como si no existe carece de importancia, ya que a nivel de ingresos sociales no aporta nada.


Para que se entienda esto mejor, tenemos al trabajador de la naranja que desarrolla su trabajo con la recolección. El trabajador obtiene ganancias por su trabajo y por otro lado ha conseguido una productividad con las naranjas recolectadas. Es lo que llamamos un ingreso social. Esto es una productividad por el bien común, al final la sociedad es la que consume las naranjas y forma parte del bucle laboral.


Por tanto, en la sociedad actual y más ahora en estos tiempos de crisis, hay que conocer bien las prioridades que tenemos que seleccionar.
La improductividad laboral es una lacra de esta sociedad, y lamentablemente seguirá existiendo mientras la gente le siga prestando atención.