No es complicado encontrarse con gente que por el motivo que sea no trabaja y vive con mayor o menor calidad de vida.
En esta sociedad, hay una serie de personas que “se lo montan” (muy habilmente, por cierto, todo hay que decirlo) para no tener que trabajar el resto de su vida. Una chica que reúna unas buenas condiciones físicas puede intentar cazar a algún pseudo millonario, o simplemente a un tipo que más o menos tenga unas ganancias holgadas, y así no tener que arrimar el hombro. También se da en casos contrarios, en que el chupóptero es el hombre, pero estos casos son menos notorios.
Luego tenemos a los sangradores sociales, que son los que atestiguan impedimentos para poder seguir con su trabajo, por lo que prolongan su no actividad laboral para seguir raspando de la empresa o de las arcas del Estado, en forma de algún tipo de subvención.
Hemos visto a gente que con 40 años de edad ya es pensionista. Obviamente muchos estarán en condición de serlo, pero en otros casos es más que cuestionable su honorabilidad para percibir dichas prestaciones. De hecho hay casos abiertos en la actualidad por la cuestión de pensiones, como es el caso de la famosa conocida M.J. Campanario, que actualmente está acusada por intentar conseguir una pensión para su madre. Este tipo de presunto fraude (cohecho, falsedad y estafa) a la hacienda pública es un delito muy grave y conlleva varios años de prisión.
Alegar un tipo de minusvalía física o mental también es algo que se suelen plantear estas garrapatas sociales.
Todo es cuestión de la habilidad y suerte que uno tenga para proceder y así conseguir su preciado objetivo.
En cualquier caso siempre vamos a recomendar hacer las cosas bien, dejarse de trata de estafar a otros, porque al fin y al cabo en cuestiones de hacienda, lo que les hacemos a los demás nos lo estamos haciendo a nosotros mismos.
Hoy por ti mañana por mi…