En tiempos de crisis y con aquello de la inestabilidad laboral lo que se está perdiendo es la cultura del compromiso y el “buenhacer” laboral.
Es decir, en el pasado tu tenías tu trabajo indefinido o fijo y te esforzabas por la empresa, hacías horas extras si era necesario, te preocupabas por tu buena formación en la empresa, asistías con interés a las reuniones, tratabas de dar un buen servicio al cliente, y en definitiva, querías dar lo mejor de ti en la empresa puesto que es la que proporciona tu estabilidad económica.
Pero señores, ¿qué es lo que está ocurriendo en estos malos tiempos? El trabajador siente que aquello en lo que había creído ya es tan válido, es decir, ve que la empresa en la que trabaja es inestable y que ya no sirve el concepto de trabajo fijo.
Ahora el trabajador vive con grandes preocupaciones, siente que en cualquier momento puede ser despedido, y por tanto esto da como consecuencia un cambio de actitud a la vez de una pérdida de motivación para hacer las cosas bien.
¿Para que esforzarse por hacer el trabajo bien hecho? Esa es la pregunta que millones de personas se plantean a diario, cayendo en la desmotivación, para finalmente llegar a un punto de involución laboral, la cual no sólo perjudica a la empresa sino también al propio trabajador.