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Qué es el microautónomo

El microautónomo es el escalafón más bajo de la red empresarial que pasa desapercibido y por tanto no obtiene la consideración necesaria para ser objeto de ayudas por parte del Gobierno, autonomías u otras entidades. El microautónomo representa menos que un autónomo a nivel de ingresos, siendo así que puede estar obteniendo un salario mensual de 600 euros pero con las mismas obligaciones fiscales que otro autónomo que factura 3.000 euros al mes.


A menudo, cuando se habla de “tejido empresarial” en España se hace referencia a los autónomos y a las pymes, siendo así que se da por supuesto que estos pequeños empresarios tienen un nivel de ingresos holgados como para hacer frente a sus obligaciones fiscales y a la seguridad social. Los autónomos y pymes con niveles de ingresos mensuales de 3.000, 5.000 o 10.000 euros van a poder hacer frente a sus obligaciones fiscales y tener -en mayor o menor medida- una rentabilidad en su empresa, pero, ¿qué ocurre con el microautónomo?


El microautónomo que tan sólo tiene unos ingresos de 600, 700 u 800 euros mensuales está sometido a la misma presión fiscal que otro autónomo, es decir, a pesar de estos bajos ingresos, este “miniautónomo” ha de pagar la cuota mínima a la Seguridad Social de 254 euros mensuales, así como las devolución trimestral del 20% en concepto de IRPF y pagar el IVA.


Es necesario crear una clasificación para autónomos de ingresos bajos


Resulta imprescindible crear una nueva clasificación entre los autónomos basada en el nivel de ingresos mensuales que percibe, de modo que el autónomo vea reducida su cuota mensual a la Seguridad Social en función a sus ganancias. Para que el microautónomo pueda beneficiarse de reducciones de cuotas a la TGSS, IRPF e incluso IVA, deberían valorarse los siguientes criterios:



  • Que los baremos de ingresos mensuales del autónomo esté entre los 600 y los 800 euros. Si el autónomo sobrepasa dichos baremos, entonces abona el 100% de la cuota a la Seguridad Social

  • Un autónomo no puede tener trabajadores a su cargo. En caso contrario ya no es microautónomo, sino autónomo
Se trata de un análisis que sería conveniente poner en práctica para beneficiar al autónomo de bajo ingreso. A menudo se habla de ayudas a los autónomos y pequeñas empresas, como por ejemplo la propuesta del PP para subvencionar en 3.000 euros por contratación que hagan los autónomos, o conceder líneas de crédito para evitar su asfixia.El microautónomo no tiene ni va a tener problemas en este sentido, principalmente porque un autónomo que ingresa 600 euros al mes no puede contratar a nadie. Probablemente el microautónomo represente un porcentaje menor en todo el tejido empresarial, sin embargo hay que plantear a la Seguridad Social una reducción de la cuota aunque esto conlleve también una reducción en las bases de cotización.