Saltar al contenido

La vida laboral no mejora desde los inicios de la crisis

Si a día de hoy tuviéramos que analizar la actual vida laboral de los españoles con respecto al inicio de la crisis en el 2008, ciertamente resultaría un ejercicio desmotivador, por el hecho de que -a un nivel general- no se han conseguido grandes logros para que la actual actividad laboral se sitúa en unos baremos aceptables.


El panorama es mucho más desalentador desde el punto de vista en que -no solo no se crean nuevos puestos de trabajo- sino que a diario se destruye empleo, y esto sin duda representa un fracaso a distintos niveles. No hay funcionado las reformas laborales diseñadas hasta el momento, prueba de ello es que no se está creando empleo de calidad. Tampoco están funcionando otra serie de mecanismos llevados a cabo por las administraciones públicas, ni tampoco funcionan los organismos de búsqueda de empleo público, y este último punto es a nivel de las autonomías, que son las que gestionan los servicios de ocupación y formación de los ciudadanos.


Ante un panorama tan desalentador, no es de extrañar que nos hallemos ante un aumento de la emigración de españoles, los cuales tratan de probar suerte en otros países -dentro o fuera de la UE- algo totalmente desfavorable para su país de origen que contempla con cierta decepción como una serie de cualificados reniegan de un país que no les ofrecen oportunidades, o las que les ofrecen son de mala calidad.


No es de extrañar que las mentes más sabias -y porqué no las no tan sabias- decidan embarcarse en una experiencia extranjera para la mejora de su vida laboral.