Saltar al contenido

La subvenciones y ayudas extra para los parados no solucionan el problema de la crisis

Voy a ser muy crítico con las personas que, tras agotar una tras otra las subvenciones que obtienen por desempleo, protestan porque al finalizar su subvención se quedarán definitivamente sin ningún tipo de ingreso.


¿Qué es lo que se pretende entonces, que el Gobierno amplíe las subvenciones para parados de larga duración?


Sinceramente y desde mi punto de vista, esto es una auténtica locura, es decir, no se pueden estar creando normativas de manera improvisada para suplir las carencias de los parados. Los desempleados ya han tenido hasta 2 años de cobro por desempleo, posteriormente una subvención de 420 euros, y otra subvención más de una cantidad similar, entonces, ¿continuamos entonces subvencionando a la persona que -por desgracia- llega largo tiempo sin trabajo? Este sistema de subvención crea discriminación con respecto a otros sectores, por ejemplo con los autónomos, los cuales no han dispuesto de paro, ni de ningún tipo de subvención.


Acudir a las familias


Esta es la solución. Lo que es necesario es empezar a cambiar la mentalidad en la sociedad y favorecer el ámbito familiar en el que se han de apoyar los desempleados. Esto es precisamente lo que ocurre en países más pobres en los que las personas acostumbran a vivir con pocos recursos, y precisamente lo que se hace es acudir a la familia para recibir su ayuda, ya sea a nivel de ayuda económica o incluso convivir en la misma casa.


Al banco no le interesa si careces de dinero para comida durante un mes, tan sólo le importa que pagues puntualmente la cuota de tu préstamo hipotecario, pero esto no será aplicable para el caso familiar.


En el entorno familiar la cosa cambia. Una familiar nunca va a permitir una mala situación personal que impida que puedas dar de comer a tus hijos, por tanto es ahí en donde el desempleado ha de buscar ayuda, y no solicitar nuevas subvenciones al Gobierno.