Saltar al contenido

La reforma laboral

La creación de empleo va a durar mucho más de lo esperado por el Gobierno, de modo que será a partir (siendo optimistas) de finales de 2011 cuando habrá creación de puestos de trabajo, pero en cualquier caso un crecimiento modesto.


No es que están pasando los meses sin que haya una respuesta clara y una reforma laboral que incentive la creación de puestos de trabajo, sino que están pasando años sin que lleguen indicios de que la cosa va mejorando. Yo recuerdo perfectamente hablar desde el Gobierno hace un par de años que la situación económica estaba dañada, pero que se esperaban los primeros brotes verdes para finales de 2010, incluso que la situación estaría más que controlada.


El Gobierno continúa con su optimismo infundado a la vez que omite la verdadera situación económica y los plazos aproximados para su mejoría.
Lo cierto, y como decía, la situación no mejorará hasta el último trimestre de 2011.


En cualquier caso nunca llegará a ser una mejora claramente notoria como digo, de modo que efectivamente podrán crearse nuevos puestos de trabajo de “calidad” (indefinidos) pero de una manera muy lenta y paulatina, aunque es posible que prolongada en el tiempo.


Lo que queda claro es que los contratos basura y el oportunismo empresarial va a continuar como siempre lo ha hecho, de modo que no hay razón para que esa mala situación se elimine con la entrada de cualquier reforma laboral.


Posiblemente el enfoque del Gobierno en este aspecto necesite un enfoque plural, de modo que tendríamos no una, sino varias reformas laboral, las cuales podrían atender “en exclusiva” las necesidades de cada sector y no estandarizar tanto una norma que puede funcionar bien en un sector pero no tanto en otro.