Después de haber leído una publicación en Facebook en referencia a una manifestación de fascistas, me veo obligado a condenar este tipo de manifestaciones irracionales y dar a conocer lo equivocados que están.
La inmigración resulta beneficiosa para un país, puesto que genera ingresos. Un inmigrante trabaja, realiza consumos, está sujeto a las mismas obligaciones fiscales que el resto de ciudadanos, es decir, contribuye a la expansión económica del país. Una falsa creencia es pensar que la inmigración destruye empleos, o incluso que los inmigrantes quitan el trabajo a los Españoles.
En primer lugar, un inmigrante que está legalmente en España tiene todo el derecho a aspirar a cualquier trabajo que se le presente, ¿acaso tu cuando vas a entrar a trabajar en un lugar nuevo piensas en tus conciudadanos?, es decir, ¿piensas que le estás quitando el trabajo a otra persona? Claro que no. Tu necesitas el trabajo y por eso lo aceptas, entonces… ¿porque un inmigrante no puede aceptar un trabajo que se le presenta?
Los fascistas consideran que en “España primero los Españoles”, y yo digo, “En España, primero TODOS los contizantes a las arcas de la Tesorería General de la Seguridad Social”, sin diferenciar que sean españoles, peruanos, chilenos o rumanos, … si están cotizando no ha de haber distinción a la hora de optar a un determinado trabajo.
Afortunadamente el fascismo en España lo compone una minoría. El volumen de personas que desean la igualdad entre todos los que viven en España es muy superior al grupo fascista.