Los expertos en economía pueden hacer sus cálculos respecto a lo que será la situación laboral para dentro de 10 años. Indudablemente ellos más que nadie son conocedores de los factores socioeconómicos que influyen en la actividad laboral, y por tanto la fiabilidad en sus previsiones alcanza un gran porcentaje.
En cualquier caso toda persona a la que le preocupa esta situación puede hacer sus propias previsiones con sus propios baremos y plantear cuál será la situación para los trabajadores dentro de unos años.
La visión del ciudadano puede ser optimista o pesimista, pero muchas veces su opinión basada en suposiciones y planteamientos propios que en el algunos casos pueden terminar siendo coincidientes con la realidad que se vive.
Personalmente opino que la situación laboral para dentro de 10 año será mucho peor que este preciso instante en que se superan los 4 millones de parados. Me baso simplemente en un factor que considero determinante; Hablo del individualismo, de la falta de unión para hacer que el país se movilice y haga frente al fin de una vez a esta interminable crisis.
Sin embargo esto mismo difícilmente va a poder producirse por lo que decía del “individualismo”, es decir, no existe una mentalidad de ayudar y trabajar en grupo, no sólo por el beneficio de uno propio sino por el bienestar de un grupo (la sociedad). Hay algo que está claro. Una persona que trabaja lo hace para conseguir un beneficio propio (estabilidad económico, familiar, y todo lo relacionado con su entorno), pero no lo hace para que la sociedad en la que vive crezca, sea más próspera económicamente o que los demás tengas también oportunidades de trabajo.
Es cierto que en un momento dado se pueda tener ese pensamiento, pero lo que está claro es que si hay que elegir entre ganar más en detrimento de otro o ganar menos ayudando así a la incorporación de otro, lo cierto es que todo el mundo se decantaría por la primera opción.