Dedicado para las familias, no para políticos para la gestión de su gobierno, que para eso ya disponen de sus analistas y economistas pertinentes.
Vamos a ver como afrontar la crisis para que nuestro bolsillo se resienta lo menos posible. Trataremos de dar consejos que en verdad puedan resultar útiles, porque para decir que para afrontar la crisis lo mejor es gastar lo menos posible en las pequeñas cosas ya está la lógica común.
Hay toda una serie de cosas que podemos analizar y ver si realmente tenemos una amortización sobre ello, como por ejemplo los seguros de hogar, vehículo o de vida. Es todos estos casos veríamos la posibilidad de reducir las primas contratadas y por tanto esto supondría una reducción en las sucesivas cuotas de pago.
Hay que tener una visión de la crisis mucho más amplia de lo que se pueda tener, es decir, no pensar que esto se arreglará en cuestión de meses. Una crisis de este calibre sin duda tendrá una duración de largos años. Tenemos que tener una visión de no sólo lo que se ve a los 10 metros, sino también a lo que viene en los próximos 100 metros, tal como si estamos conduciendo.
Por tanto, otra cuestión a tener en cuenta; la planificación vacacional ha de ser visionada desde este mismo aspecto, y así disponer de las mejores condiciones en la medida de lo posible.
Uno de los errores que más se cometen en tiempos de crisis es la participación masiva en los juegos de apuestas, loterías, etc,..
La gente está cansada de su mala suerte y piensa en lo bueno que sería un impulso económico jugando a la lotería, sin embargo este no se produce en el 99.9999‰ de los casos, es decir, algo tremendamente improbable y que lo único que hará es mermar más si cabe tu economía doméstica.
En realidad no hay nada de malo en jugar unas apuestas y probar suerte, lo que si resulta contraproducente es de alguna manera aferrarse a los boletos como única posibilidad de salir del bache.
Esa misma esperanza que se tiene cuando se espera conseguir un premio es la que se tiene que tener para mejorar a nivel laboral, proyectos personales, etc,… porque lo bien cierto es que nadie llamará a tu puerta para darte dinero, te lo tienes que ganar tu con el sudor de tu frente.