Hoy es San Valentín, el día de los enamorados, y acabo de descubrir que también lo llaman el día del amor y de la amistad.
Es mis casi 40 años es la primera vez que escucho que la celebración es doble, el amor y la amistad.
¿Acaso no será esta una nueva manera para globalizar más clientes consumistas para este día?
Es decir, hasta ahora los que hacían gasto o compraban regalos en el día de San Valentín eran las parejas, de modo que se hacen un regalo mutuo, pero ahora con esto de renombrar el concepto, “el día del amor y de la amistad” va a hacer, o eso es lo que se supone que pretender hacer, generar nuevos consumos de gente que compra regalos para amigos, no sólo a su correspondiente pareja.
Tenemos un día del padre, el día de la madre, … faltaba el día de la amistad.
A mi todo esto sinceramente me parecen convencionalismos a los cuales hay que ignorar. Yo os aseguro que no le hago un regalo a mi mujer el día de los enamorados, me parece completamente innecesario.
Yo no me rijo por un reglas socialmente establecidas, es decir, si mi mujer necesita algo o tiene deseo cualquier cosa, no tiene más que pedirla y yo se la compraré, pero no necesito que la sociedad me recuerde una vez al año que tengo que preocuparme por mi pareja y demostrarle mi amor, para eso ya cuentas los otros 364 días del año, entonces, ¿porqué hacer grande un sólo día?
Alguien puede llegar a pensar, – Pero que insensible, que poco detallista, etc… Y yo les puedo responder, – No es cuestión del detalle premeditado, sino más bien de las acciones diarias que fortalecen la unión entre dos personas.
Además, no es necesario un día como San Valentín para sorprender a la pareja, aunque de todos modos la pareja ya sabe que es San Valentín y le espera una sorpresa, de modo que en el fondo la cosa no llega a tener gran carácter de sorpresa.
Sorprender un día aleatorio con un regalo, sin que la pareja se lo espere, eso si es sorprender y demostrar un claro interés.
Con San Valentín la cosa se torna premeditada, resulta incluso como una obligación e incuso una incomodidad el echo de ponerse a pensar el regalo para hacer a la pareja, ¿acaso no será mejor encontrar el momento adecuado y sorprender como es debido?
Considero que forzar una situación para regalar de manera impositiva debido a un convencionalismo establecido no es la mejor forma.
Yo digo que la sociedad tiene que empezar a erradicar todos los días que supuestamente signifiquen algo y que incrementan el consumismo.,
Vivimos en una sociedad consumista, eso obviamente no podemos negarlo, a la gente le gusta comprar y tener de todo y lo mejor, a pesar de que muchas veces no tenga los recursos necesario. Posiblemente el querer aparentar y vivir por encima de las posibilidades propias sea un mal de la sociedad actual, pero en cualquier caso es algo contra lo que la cada individuo ha de luchar.